Etapa inicial:Frecuentemente en esta fase los principales síntomas (tendencia a tener olvidos y cierta desorientación temporal y espacial) pasan desapercibidos. La persona en este estadio suele mantener su autonomía funcional, si bien empiezan a aparecer algunos errores en las actividades avanzadas de la vida diaria.
Etapa intermedia:Los síntomas se hacen más evidentes y limitadores para el individuo, con episodios de mayor desorientación, dificultades para mantener conversaciones con correcto contenido y forma, dificultad para realizar (sin ayuda) las actividades básicas de la vida diaria y con cambios de comportamiento.
Etapa tardía: La dependencia en esta fase es total, y prácticamente no mantienen actividades de forma autónoma. En este estadio, los déficits cognitivos y funcionales están totalmente generalizados y requieren asistencia 24h al día. Las principales funciones se ven afectadas, apareciendo problemas de comunicación, de movilidad e incontinencia, entre otros.
